Dicen que en boca cerrada
no entran moscas, que tres son multitud y que donde caben dos caben tres. Que
iban dos y se cayó el del medio, que todo lo que entra sale y todo lo
compartido es más divertido. Se dice que hay tres tristes tigres comiendo trigo
en un trigal, una aguja en un pajar y ciento volando; y como bien dijo Herodes: oídos sordos. Dicen que había tres cerditos y tres casas y que soplando,
soplando desnudaron a los tres mosqueteros y los convirtieron en geishas.
Dicen, también, que dos son equilibrio y que con tres la balanza se balancea,
aunque no hay mal que por bien no venga porque más vale prevenir que curar. Sin
embargo que más da, si todo lo que sube, baja; todo lo que empieza, termina y
todo lo olvidado, algún día se recordará.